B-Learning: ¡Bienvenido, siglo XXI!
“¿Que quieres utilizar una metodología blended learning en clase? ¿Eso que es?“… “¿Utilizar vídeos?… ¿Con el ordenador?… Lo siento, pero no puedes hacer eso en clase. No hacemos tutoriales a lo YouTube en la universidad”. Si te ha dicho eso un profesor en la universidad, ¡mándamelo aquí que le explicaremos en qué consiste el blended learning o b-learning!
En qué consiste el b-learning
Fruto de la colaboración grupal de los miembros del máster durante el taller sobre el uso de las TIC, logramos realizar una definición de qué es el b-learning:
“El blended learning o B-Learning es una estrategia formal de educación en el que el alumno/a, en su proceso de aprendizaje, combina encuentros asincrónicos (e-learning) con clases/actividades presenciales (encuentros sincrónicos, si bien, los encuentros en línea pudieran también realizarse de manera sincrónica), combinando las ventajas de ambos tipos de aprendizajes. Este tipo de estrategia facilita un proceso de aprendizaje de “doble mirada” en el que el estudiante sea el centro de su aprendizaje, a través de la mediación de un guía (el docente) y de un proceso personalizado, flexible y fomentador de la participación que aumenta el rendimiento y la fijación de los contenidos por parte del alumno e implica utilizar nuevos recursos tecnológicos y de comunicación.”
Dentro del b-learning existen diferentes modelos que recoge la siguiente infografía interactiva creada por la Dra. Ana María Berruecos Vila.
Qué NO es el b-learning
El b-learning no es utilizar vídeos por utilizar (las herramientas no reemplazan al profesor), un curso online, trabajar sin estructura, estar todo el curso delante el ordenador y tampoco es “distancia”. Más que en cualquier otra modalidad docente, el profesor debe esforzarse en eliminar esa “distancia” que pueda haber entre profesor y alumnos (o entre alumnos) generada por una distancia física y por la falta de canales de comunicación o su uso.
Qué competencias necesita el profesor
El profesor, de por sí, debe de poseer una serie de competencias en el ámbito digital que en modalidades b-learning se tornan más necesarias si cabe. Las áreas de competencias necesarias son definidas en el marco DigComp 2.0 utilizado como modelo para el desarrollo del Marco Común de Competencia Digital Docente 2017:
-
Información y alfabetización informacional: identificar, localizar, recuperar, almacenar, organizar y analizar la información digital, evaluando su finalidad y relevancia.
-
Comunicación y colaboración: comunicar en entornos digitales, compartir recursos a través de herramientas en línea, conectar y colaborar con otros a través de herramientas digitales, interactuar y participar en comunidades y redes; conciencia intercultural.
-
Creación de contenido digital: crear y editar contenidos nuevos (textos, imágenes, videos…), integrar y reelaborar conocimientos y contenidos previos, realizar producciones artísticas, contenidos multimedia y programación informática, saber aplicar los derechos de propiedad intelectual y las licencias de uso.
-
Seguridad: protección personal, protección de datos, protección de la identidad digital, uso de seguridad, uso seguro y sostenible.
-
Resolución de problemas: identificar necesidades y recursos digitales, tomar decisiones a la hora de elegir la herramienta digital apropiada, acorde a la finalidad o necesidad, resolver problemas conceptuales a través de medios digitales, resolver problemas técnicos, uso creativo de la tecnología, actualizar la competencia propia y la de otros.
Si eres de los que les cuesta una barbaridad compartir correctamente una carpeta del NúvolUB: tienes un problema. Pero puedes echarle un ojo a esta página web del ministerio que encontré durante mi investigación sobre el b-learning.
¡Y ojo! Puedes saber hacer contenido multimedia al nivel de Steven Spielberg o programas de software de aprendizaje a lo Microsoft, pero si no tienes fuertemente afianzadas la competencias ligadas a la docencia per se, tampoco podrás llevar cabo está modalidad. Al crear contenido o recursos digitales debes de hacerlo estableciendo qué resultados del aprendizaje esperas, cómo se adaptan estos contenidos recursos a la planificación de la asignatura, cómo influye en la evaluación, etc. Tener competencias digitales es una condición necesaria, pero no suficiente.
¿Tú has utilizado el b-learning?
Al ser algo “novedoso” o poco usual, es difícil que de primeras te dejen hacer una asignatura en modalidad de b-learning. Aún más si se tiene en cuenta nuestro rol de “noveles”. Pese a ello, en mis clases he podido implementar pequeñas pinceladas de esta modalidad realizando pequeños montajes audiovisuales que han permitido a los alumnos ampliar o repasar en casa el contenido visto en clase. Uno de esos vídeos lo utilicé como muestra durante el taller sobre el uso de las TIC. Cabe destacar que recibí muy buena opinión de los estudiantes al percibir estos vídeos como una ayuda extra que les permitía ampliar y repasar lo visto en clase con las ventajas de estar siempre disponible, tener la flexibilidad de visualizarlo cuando uno quiere/puede, poder volver atrás para volver a visualizar algo que no haya quedado claro, etc. Además, los vídeos ofrecían ejemplos prácticos que ayudan al alumnos a tener una guía visual para habilidades y destrezas que debían de aprender.
Pese a ello, como veréis, hay muchas cosas a mejorar como, por ejemplo, la duración del vídeo. La muestra que expongo tiene una duración de 30 minutos. Una absoluta salvajada teniendo en cuenta que la recomendación es no superar los 10 minutos de vídeo. Si es necesario, se debe de partir el vídeo en diferentes partes.