Con ella no te verás más guap@, no te evitará ir al trabajo ni tampoco es la solución a todos tus problemas, pero es una excelente herramienta que puede ayudarte en una tarea tan compleja como la evaluación (sobretodo cuando sois más de uno los que debéis de evaluar). Vamos a ver uno de los elementos aprendidos en el máster con mayor incidencia directa en nuestra docencia: las rúbricas.

¿Qué és una rúbrica?

La rúbrica es una herramienta que nos permite fijar y compartir los criterios que se utilizarán a la hora de evaluar tareas, productos o proyectos (que bien pueden ser realizados por un alumno, un compañero, ¡o nosotros mismos!).

Una rúbrica (rubric em inglés) es como un cubo de rubik. Esta tiene dimensiones (que serán los elementos a evaluar), escalas (que indican el nivel de consecución) y descriptores (indican los hitos a realizar para ser evaluado en la pertinente escala). Siguiendo la analogía con un cubo de rubik hablaríamos de las filas del cubo (dimensiones), las columnas (escalas) y descriptores (colores).

La rúbrica es un herramienta de evaluación que para el profesor aporta tres grandes beneficios:

  • Minimiza (que no que elimine) el espacio a la subjetividad.
  • Maximiza la homogeniedad de criterios a la hora de evaluar cuando son más de uno los profesores a realizar la evaluación.
  • Indica de manera clara a los alumnos qué se espera de ellos.

Pero no todo es tan fácil y bonito como parece… Hay una gran deventaja…: comporta un esfuerzo importante al profesor realizar una rúbrica bien hecha.

Veamos un ejemplo de una rúbrica que hice en mi primer año como profesor asociado.

Mi primera rúbrica

Tierra trágame… Esto pasó… Era una rúbrica que utilicé para evaluar unas prácticas de robótica en las que los alumnos debían de realizar unos pequeños ejercicios de programación en LabVIEW. Vamos a ver que tres grandes errores cometí en esta rúbrica…

  • Para empezar: no es una rúbrica. Yo creía que sí, pero no… Falta un elemento clave en las rúbricas: los descriptores. Esta rúbrica no indica qué hitos debe de conseguir el alumno para ser evaluado en una u otra escala. Esto hace que ni el alumno sepa lo que se le pide ni otro profesor que deba evaluar también sepa qué criterios seguir.
  • No compartí la rúbrica. Mientras que esto no es un requisito para ser una rúbrica, sí que es algo recomendable de cara a ayudar al alumno a saber lo que se le pide.
  • Daba la nota resultante de la “rúbrica” y no la nota por dimensión. Al alumno no le era posible saber en qué había fallado…

Al finalizar la sesión del máster en la que vimos cómo debe de ser una rúbrica, me fuí directamente a enmendar estos errores.

Mi rúbrica actual

Esta es la rúbrica que actualmente tengo subida en el Campus Virtual para evaluar las entregas de los alumnos. En ella podemos ver como se le han añadido “los colores” al cubo de rubik. Ahora tanto el alumno, como un segundo profesor (como ha sido el caso este año), saben lo que se pide para ser evaluado dentro de una escala u otra. También, al ser introducida en el Campus Virtual, esta le aparece al alumno antes de la entrega y posterior a esta: sabe lo que se le pide y luego sabe qué ha hecho bien y en qué debe de mejorar.

Por último, la rúbrica no es perfecta. Hay dos puntos mejorables: el orden de las escalas y la “explicidad” de lo que se le pide en términos de cantidad o frecuencia.

El primer punto es dificilmente salvable puesto que Moodle te ordena las escalas de menor a mayor de manera predefinida y lo preferible (pese a no ser un requisito) es que la presentación de las escalas sea inversa. Es decir, en la primera columna debe de aparece el descriptor de todo lo necesario para considerar la entrega “perfecta” y por último la peor escala en la que el descriptor indica la nula o poca consecución de los hitos requeridos.

El último punto viene a raíz de la segunda y tercera dimensiones. Estas tienen descriptores donde la frecuencia/cantidad se indica con las palabras “pocas” o “la mayor parte”. Esto deja al alumno o al profesor que va evaluar con la incertidumbre de donde se establece la frontera entre “poco” o “la mayor parte”. Esto lo identifico como un aspecto a mejorar de la rúbrica. Igualmente, esta rúbrica la utilizo en todos los entregables de la asignatura y también el proyecto final. Las rúbricas empleadas sobre los entregables tienen el único objetivo de realizar una evaluación continua y dar retroacción al alumno. No se contempla su resultado en la nota final. De este modo, el alumno se familiariza con la rúbrica y los criterios (así como una aproximación de donde se establece el criterio entre “poco” o “la mayor parte”) antes de recibir la evaluación final del proyecto.